30 marzo, 2009

Clío ocurrente



Ella bailaba frente al televisor a las doce de la noche, de este domingo, con la canción que suena en los créditos de la película. Todos dormían ya y ella sólo bailaba con la cadencia de su año y medio de edad, sus pequeñas lonjas en todo su cuerpo y un pañal como ropa.
En un instante, volvía a darme cuenta lo que vale ser madre.
Yo, cansadísima solo lloré de felicidad.

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